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# La criatura espeluznante
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Al acecho se encontraba un pueblo de los Andes, sus habitantes se mantenían en constante zozobra, pues se les estaban desapareciendo los animales de granja y doméstico, tanto en los grandes hatos como en las pequeñas fincas. Las noticias como estas, eran poco difundidas porque había que salir a la ciudad para solicitar ayuda de las autoridades competentes o hacer publicaciones en otros medios. Los rumores aumentaban extendiéndose en la región hasta llegar a los pueblos vecinos.
Los grandes hacendados también fueron afectados por los ataques a sus animales, la preocupación y confusión llegó al Gran Madrigal y al Gran Chaparral. Entre los pobladores se decían que a varias gallinas del galpón de la Sra. Cárdenas les habían extraído la sangre sin ser descuartizadas, lo mismo le ocurría al ganado del Sr. Chacón Guerrero, quien era el propietario de grandes hectáreas. Sus hijos, dueños de caballerizas repletas con caballos pura sangre para la venta y la competición en grandes carreras, no se explicaban, a todas estas, las novedades del caporal sobre pérdidas millonarias.
Y así continuaron ocurriendo los eventos en varios lugares, unos tras de otros, logrando llamar la atención de las autoridades, tomándose en serio los extraños sucesos con toda la responsabilidad para investigarlos, ya eran muchos casos y muy extraños.
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En la estación de policía se preguntaban, qué había tras de estos sucesos, murmuraban en los pasillos sobre casos anteriores, generalmente atribuidos a bandidos acostumbrados en asaltar las haciendas para robarles el ganado o extraerles la leche a las vacas, también se llevaban las gallinas ponedoras y otros animales, tales como los porcinos. Pero esta situación, los tenía muy consternados, no comprendían la nueva modalidad del delito que afectaba a la población, esas circunstancias les generaban mucha angustia, nadie escapaba de tal pesadilla. Estaban aterrado ante la posibilidad de una bestia que acechaba al ganado y que no podían describir, no dejaba rastros ni pista de sus fechorías, desaparecía y aparecía sin patrón aparente dejando sin una gota de sangre a los animales.
Fue tanto el alboroto que trascendió y era noticia de primera plana en la prensa, la radio constantemente emitía estar en alerta, el nerviosismo y el temor poco a poco se apoderó del lugar. El miedo impedía deambular tarde en las fincas, la gente no quería caminar ni en los alrededores de las carreteras por temor a ser atacados, como a su ganado sin saber de cómo defenderse de tales eventos.
Empezaron los cuentos a regarse como pólvora, tales como que entre las montañas había aterrizado un platillo volador con unos malvados alienígenos, se retomó la leyenda de la Chupa Cabra, un ser híbrido extraño que se alimenta de los animales de granja. También circulaba la versión sobre unos científicos locos realizando experimentos para ahuyentar a la población y así, apropiarse de las tierras, muy productivas y con muchos recursos minerales para sus propios fines siniestros.
Cansados decidieron unirse como pueblo para indagar lo cierto de los rumores. Sabían que si no lo hacían ellos, iban a continuar las pérdidas de animales y no estaban dispuestos abandonar las tierras, heredad de sus ancestros. Así que todos se llenaron de valor a enfrentar lo desconocido, y sacaron sus propias conclusiones y así empezaron aportar ideas de cómo lo iban a hacer, si de verdad era cierto o no lo de los científicos locos que habían hecho experimentos en sus laboratorios con la chupa cabra.
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Solo se hablaba del fenómeno, este era de un metro veinte de estatura con unas ventosas parecidas al de las ranas para dar saltos a distancia, y estaba la otra hipótesis, posibles platillos voladores entre los riscos de las montañas de la muerte. Así tomaron la decisión de dividirse en dos grandes grupos, unos se dirigían hacia las montañas para constatar los hechos de los platillos voladores y otro se desplazaban en caballos armados en la pradera para hacer el rastreo en las todas las áreas y así poder dar con el espantoso animal. Quienes subieron a las montañas, después de cinco horas lograron comunicarse con quienes permanecieron abajo rastreando en la pradera, diciéndoles la falsedad sobre el platillo volador, un total engaño, allí no se apreciaba nada de eso.
Mientras especulaban notaron algo muy extraño que bajaba de la montaña, una extraña criatura con apariencia humana que saltaba entre los árboles en donde se hallaban, así mismo confirmando que era la chupa cabra quien los estaba azotando. Por lo menos, ya sabían con certeza a que se enfrentaban y armados esperaron al grupo que bajaba de la montaña, quienes les decían se les unían pronto para la cacería, a tirarle a matar. Después de varios días de trasnocho y seguimiento lograron emboscarlo y hacerle varios tiros a distancia, legándole a herir y con todo eso logro escapar.
El pueblo enfurecido no se dio por vencido en la búsqueda, ya que usaron también a sus perros cazadores para continuar en la marcha del recorrido por las extensiones del lugar que les tomó largas horas para hallarlo. Los caninos sorprendieron a la bestia merodeando en las caballerizas, los caballos estaban nerviosos y relinchaban, los ladridos pusieron en alerta a las autoridades quienes también se integraron en la búsqueda. Gracias a los perros cazadores, a la unión del pueblo con las autoridades locales, lograron acorralar y matar a la Chupa Cabra.
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El pueblo hizo un gran festejo celebrando el fin de la pesadilla. Volvió la paz y la confianza que la infame criatura les había quitado.
FIN
**Fuentes:**
Un relato original de @deyadena
La imagen de la criatura elaborada a partir de:
- Imagen de <a href="https://pixabay.com/es/users/NinaLohmeyer-1020741/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=786239" class="steem-keychain-checked">NinaLohmeyer</a> en <a href="https://pixabay.com/es/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=786239" class="steem-keychain-checked">Pixabay</a>
- Imagen del Chupacabra cortesía de <a href="https://www.pngocean.com/gratis-png-clipart-tnwda/descargar">Pngocean</a>
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