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Buenas madrugadas @fermionico,

Interesante reflexión que nos presentas con este artículo, con especial atención en los distractores de nuestra mente y la crítica fugaz a los ayudadores de oficio. Si bien, comparto muchas de sus ideas, me atrevo a expresar, que si bien es cierto que culturas milenarias nos preceden, no es menos cierto que nosotros somos una síntesis de muchas de ellas. Buscar el alma, no tiene sentido, puesto que  somos almas vivientes. Tal vez lo importante subyace en reconocernos como tal, no porque lo digan los eruditos o gurús, por muy orientales que sean, sino porque en nuestro viaje personal es inevitable que nos hallemos al final del camino. ¿Cuál es el problema? Darnos cuenta al final,  lo mucho o poco que  aprovechamos  los talentos que recibimos al nacer en pro de lo bueno y conveniente.         

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cambio tu camino? ya no es destruir gente? jaja

Me encanta leerte, es como si me leyera a mi mismo. Coincidimos en muchas cosas, pero tu tienes las palabras precisas.

<i>Siempre me pregunté qué es lo que define nuestra personalidad. ¿El alma o lo alojado en el cerebro que manifiesta buenas o malas conductas?

Lo que sí he notado es que cuando se madura o transita el camino de la vida, a largo plazo el alma parece purificarse. Diría que volvemos a un estado natural con el cuál nacimos. Un bebé y un anciano tienen el mismo nivel de pureza.

En el transcurso, supongo, puede el alma ser ensuciada, obligada irremediablemente a descender a la oscuridad. Nuestro objetivo en vida podría tratarse de ayudarse a uno mismo y a los demás en no caer en la tentación de conocer el mal.</i>

Así es, Fermi. Muchas personas temen abandonar la llamada "zona de confort" por temor a lo que puedan encontrarse. Prefieren quedarse sumergidas en una situación que no les aporta nada positivo, pero en la que se sienten seguros.

Y están esas otras, como dices en esta publicación que esperan que las cosas cambien algún día, pero sin hacer absolutamente nada por ello.  El mejor ejemplo es de la persona que quiere adelgazar, pero no hace ejercicio ni dietas. (Tengo una gran amiga que es así).

Yo prefiero evolucionar, cambiar. Además de que la rutina me aburre a mares.

Excelente lectura! 

Gracias!

Introspección, mirarse y entrar dentro de sí, no es fácil pero no imposible, unos lo hacen con facilidad otros a golpes, pero al final logras encontrar esa paz, que sólo la da conocerse uno mismo allí comienza a transcender el alma a un nuevo nivel y luego  transmites al exterior lo que  eres y vibras en otro nivel, atraes a personas con la misma vibración, la belleza, no es física es lo que tranmites de dentro hacia afuera y es lo que te hace brillar....

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Me encantó esta reflexión. Me hizo recordar un discurso de la analista junguiana Silvia Tarragó, llamado "Plutón, el Mundo del Alma". Lo transcribí y traduje hace algunos años, y es uno de mis documentos más valiosos.

Me permito compartir contigo algo de ese documento aquí:

>...Una pseudo-psicología que está al servicio de que el individuo produzca más, de que sea más efectivo... todos vemos el auge del mundo ilusorio y oportunista del coaching, o de la psicología new age, que tiene como objetivo solo lo exterior: la participación mayor en sociedad, la mejor adaptación a la realidad y, como resultado, una mayor sumisión del individuo y, a la par, una gran banalidad.

>Se define a una persona psicológicamente sana como alguien que está siempre en relación con otros, que participa en el mundo diurno de la efectividad, que "funciona" en términos de realidad entendida como "el exterior", que se integra en los quehaceres sociales y, sobre todo, que está en actividad constante. Una psicología con esta ideología, y esta praxis, rechazará y perseguirá todo lo que se concibe como "el otro lado" (...) Desde una psicología tan superficial se traiciona y se "psiquiatriza" el sentido profundo y oscuro de la vida psíquica.

>Vivimos en un tiempo obsesionado por la idea (formulada como un "ideal") de "avance", de "crecimiento", de "enriquecimiento", que tanto en la psicología new-age, como en las mal llamadas disciplinas esotéricas o pseudo-espirituales se manifiesta por programas y aspiraciones de "crecimiento", de "superación"... Se trataría de "crecer" y "superar" los aspectos oscuros a fin de hacer la propia vida más "rica", más "entera", más "plena". Y eso es una falacia y una constante banalización de lo anímico.

Siento que tu exploración tiene mucho que ver con estas reflexiones.