<div class="text-justify">
<center>https://i.imgur.com/bIHYAcE.jpg<br><sup>Imagen de <a href="https://pixabay.com/es/users/artcorestudios-704771/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=1931083" >ArtCoreStudios</a> en <a href="https://pixabay.com/es/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=1931083">Pixabay</a></sup></center>
<br>
<center>https://i.imgur.com/ouYBDSC.png</center>
<br>
Ahí estábamos los dos, en un diminuto y sucio baño. A pesar de ser una noche fría de luna, grandes gotas de sudor corrían por mi sien. El haz de luz de mi arma pintaba un pequeño punto verde sobre su cabeza que no dejaba de temblar y mi dedo índice titubeaba sobre el gatillo. Ella, agazapada detrás del inodoro, levantó sus flacuchos brazos, haciéndola ver aún más vulnerable de lo que parecía. Su cabello enmarañado apenas dejaba ver su rostro infantil, aun así no ocultaban sus mejillas sucias empapadas con grandes lagrimones y el brillo de angustia sobre sus grandes ojos que no perdían de vista ninguno de mis movimientos. En mi mente, mi parte humana no dejaba de preguntarse *¿Cómo demonios se suponía que debía acabar con su vida?*
Quizás piensen que soy un asesino, vistiendo un equipo de asalto militar, armado hasta los dientes, posiblemente me vea como tal pero realmente no lo soy, bueno no en el sentido práctico de la palabra.
Equipado con armas de fuego con balas expansivas y corrosivas, tan destructivas que podían disolver una pared de bloque; un escudo anti motín, estacas de titanio explosivas y granadas de corto alcance; cualquiera pensaría que soy un soldado a punto de partir hacia la guerra.
Era inevitable terminar así. Sobre mis hombros pesa un largo linaje de cazadores de vampiros, tan grande que data de más de 400 años de personajes famosos combatientes de chupasangres. Mi abuelo, mi padre, mis hermanos e incluso mi hermana ya formaban parte de la gran casta legendaria de cazadores de vampiros. Una facción clandestina que luchaba en las sombras contra la horda de vampiros que amenazaban a la sociedad en que vivíamos.
A diferencia de todos ellos, nunca he sido partidario de matar una criatura viviente, no está en mi ser, y para colmo de los colmos, ni siquiera como carne. De seguro ustedes se estarán preguntando: ¿De qué me preocupo? Los vampiros no son seres vivos, son criaturas sanguinarias y despiadadas, cuyo único objetivo es saciar su apetito con la sangre de sus víctimas. O así también lo creía.
A pesar de haber entrenado durante 3 años en el arte de matar vampiros en la ilustrísima academia de cazadores de vampiros y conocer todas las formas humanamente posibles para exterminar estos monstruos, mis piernas vacilaban con cada paso que daba.
Al inicio pensaba que no sería muy difícil exterminar una criatura espantosa, llena de colmillos amenazantes, deseosos de hincarse en mi garganta y quienes definitivamente no dudarían en hacerme pedazos en la primera oportunidad que tuvieran.
Pero esto, inesperadamente, no es lo que esperaba.
Mi visor, insistentemente, no dejaba de indicarme que frente a mí se encontraba un neófito, posiblemente de menos de 6 meses de vida. Eso la hacía una criatura más peligrosa aún. Sus ansias por la sangre los obliga a lanzarse contra sus presas sin misericordia, sus fuerzas sobrehumanas podían partir a un hombre por la mitad si así lo deseaban.
Mi mente sigue empeñada en recitar los conocimientos teóricos aprendidos en la academia.
No sé cuánto tiempo había transcurrido parado frente a ella. Me es imposible pensar que esa pequeña chica era un monstruo asesino. Pero de serlo- me pregunté- ¿Por qué lloraba? ¿Acaso era capaz de tener sentimientos? y de ser así, ¿tendrían consciencia?
“Acaba con esto de una vez por todas”, una voz quebrada provino de lo que hasta ahora tenía entendido era un criatura tenebrosa y siniestra.
Intrigado, apagué la alarma de mi visor y lo retiré de mi cara. Pude observar con mayor detenimiento que sus facciones eran aún más sutiles de lo que creía.
“Yo nunca elegí ser lo que soy”, agregó la chica sombríamente
“Para ustedes somos escoria y para los antiguos solo servimos para sus propósitos de ganar terreno”, escupió con desprecio, estrujándose sus mejillas humedecidas.
¿Acaso era posible que todo lo que aprendimos en la academia estaba errado? Ella era un neófito y aun así conservaba su personalidad y aparentemente su consciencia, de lo contrario, para estas alturas, ya habría sido su cena.
¿Acaso era un caso especial y único? o en realidad todos ellos mantenían parte de su personalidad de su vida anterior. Quizás con el pasar del tiempo olvidaban sus viejas vidas y la inmortalidad borraba sus recuerdos.
Mi mente no dejaba de hacerse preguntas sobre su inusual comportamiento. Hice una seña con mis manos para guardar cuidadosamente mi arma y me senté sobre el suelo, a dos metros de ella.
“¿Quieres que te diga un secreto?”, pregunté, olvidando por un momento todo mi entrenamiento.
Me miró con suspicacia.
“Tampoco deseaba ser un cazador de”... hice una pausa y puse los ojos en blanco, por alguna razón no quería ofender a la chica, “criaturas como tu”, me encogí de hombros y continué explicándole, “soy solo un chico que todo lo que ha deseado ser en su vida es ser una personalidad famosa en YouTube, o lo que muchos conocen como Youtuber”
“¡Un Youtuber!”, reí por lo bajo por las tonterías que acababa de decir
“¿Puedes imaginarte?”, insistí sin saber si tenía idea de lo que hablaba.
“Lamentablemente, como sabrás, hay muchas cosas sobre mis actividades extracurriculares,” le dije señalando mi atuendo, ”mi entorno y mi familia que no puedo hacer público. Por razones obvias, que en su momento, no tenía idea.”
“Al igual que tú, tampoco tuve elección”, expliqué dándole a entender que conocía su situación perfectamente o así lo creía.
Ella se sentó despreocupada por los momentos, se echó el pelo hacia atrás con ambas manos y soltó con rabia “¿Crees entender cómo me siento?”
“Tú puedes elegir ser quien deseas ser en cualquier momento”, expresó molesta.
Volvió a poner sus ojos sobre mí
“Yo no puedo cambiar lo que soy, es inevitable ceder a los instintos asesinos intrínsecos al nuevo ser que soy, al hambre que jamás se sacia, a las ansias que arañan mis entrañas y maldicen mi existencia”.
Cerró sus ojos, mientras echaba su cabeza hacia atrás y apretaba sus puños.
“Lo siento”, dije con sinceridad.
“Reconozco que fue una tontería comparar tu vida con la mía... Jamás había considerado ponerme en los zapatos de un…” hice una pausa y ella completó sin abrir sus ojos ”¿vampiro?”.
“Sí,” asentí con la cabeza, “siempre pensé que eran monstruos inhumanos”
“Es lo que nos enseñan en la academia ¿sabes?”, me defendí
Arrugó sus labios y asintió.
“¿Recuerdas cómo te convertiste?”
Ella negó levemente con su cabeza. A la tenue luz que lograba filtrarse por la ventanilla del baño, su tez se veía demacrada, anoréxica, débil.
Entonces decidí hacer algo que jamás ningún cazador haría en toda su vida. Ya las normas no aplicaban de todas formas.
Normalmente llevamos en nuestras mochilas, además de municiones y alimentos, un equipo médico para curar temporalmente las heridas. En él hay una bolsa de plasma y una de sangre tipo O, tipo de sangre universal que sirve para casos extremos.
Se la arrojé y la tomó rápidamente. Tragó saliva y se quedó mirando el contenido rojo que ondulaba perezosamente entre sus manos.
Era evidente que no era un vampiro normal, cualquier otro habría destrozado la bolsa en segundos, sin embargo, ella seguía sin abrirla, luchando contra su sed.
“Bébela”, sugerí, “te aseguro que no habrás dañado a ningún ser humano por hacerlo”, le sonreí de corazón.
Por un instante había olvidado a todo mi equipo y dónde me encontraba en ese momento. Mi comunicador cobró vida y ambos escuchamos
“Novato, los pisos superiores han sido barridos, encuéntranos en el punto de extracción”
La chica se estremeció ante las palabras de mi superior, pero se tranquilizó al ver que simplemente apagué mi comunicador e hice caso omiso a las órdenes. *Terrible error*
“Será mejor que la bebas, en tu estado no eres lo suficientemente fuerte para escapar”, volví a insistir.
La chica dudó por un instante, pero tras mi advertencia y la posibilidad de que mis compañeros pudieran aparecer en cualquier momento, decidió hincar sus dientes en la bolsa. El líquido espeso desapareció en segundos. Su cuerpo se estremeció ante la temperatura fría de la sangre.
Una expresión de alivio relajó su arrugado ceño. El color volvió a sus mejillas y una sonrisa tierna pintó sus labios.
De pronto su expresión cambió drásticamente, sus ojos se tornaron aún más rojos y me miraron de una forma amenazadora. Un escalofrío descendió por mi espalda. Por un momento pensé que había cometido un grave error.
Mis manos quisieron alcanzar mi arma, pero sabía que no sería lo suficientemente veloz para tomarla y abrir fuego. Probablemente todo terminaría en un par de segundos.
Me quedé petrificado esperando lo peor, pero nada sucedió.
“Mis sospechas, finalmente, han sido confirmadas. Veo que eres diferente”, afirmó una voz desconocida que provenía de afuera. Pese a que no sonaba amenazadora, mi nueva amiga se veía reacia y su expresión aterradora no cambiaba.
Mi visor emitió una nueva alerta que pintó de rojo la pequeña pantalla. Un vampiro de clase 1 había aparecido. No era común que vagaran en estos lugares. ¿Qué demonios hacía aquí?
Definitivamente, estaba completamente seguro de no estar a la altura de vencer a un clase 1, sin embargo, tomé mis dos armas y salí del pequeño baño abriendo fuego en todas direcciones. Por alguna razón sentía el ímpetu de proteger a esta inusual chica. Las ráfagas de luz de las detonaciones bañaron la sala. Mis 34 balas se escurrieron en segundos vaciando mis armas y destrozando todo a su alrededor. Asombrosamente ningún tiro dio en el blanco y de repente tenía un ejemplar de clase 1 frente a mí.
Trozos de escombro y nubes de polvo cubrieron mi visión; los rayos de luna que se filtraban en la habitación hicieron brillar el color marfil de su piel frente a mis ojos. Su rostro grisáceo no era horroroso ni espantoso, contrariamente a lo aprendido en clase, era bien parecido con un aire europeo y no expresaba ningún tipo de resentimiento hacia mí; sus ojos, a diferencia de los de un neófito, eran color castaño claro.
Súbitamente, me tomó por el cuello y me arrojó por sobre sus hombros, como si mi cuerpo fuera un insignificante trozo de papel, pensé que me rompería el cuello al caer desprevenido, pero afortunadamente caí sobre unos brazos fríos y duros como el mármol.
Para mi sorpresa, la chica había amortiguado mi caída, evitando que me estrellara contra el piso. De inmediato, se interpuso entre el intruso y mi persona. Sus afilados colmillos amenazaron al extraño que nos observaba maravillado por el comportamiento defensivo del neófito.
“No tienes de qué preocuparte”, explicó el extraño hacia ella. ”Somos un grupo de inmortales, que al igual que tú, no nos alimentamos de humanos. Valoramos toda vida”
Aún con todo mi entrenamiento y armamento, me sentía como un ser diminuto ante el par de titanes frente a mí. De pronto, la chica no se veía tan inocente como hacía un instante.
“Podemos ayudarte, si vienes conmigo. Pero debes apresurarte en tomar tu decisión, sus amigos”, señaló con sus ojos hacia donde yo estaba, “han escuchado las detonaciones y pronto estarán aquí”
Ambos estábamos boquiabiertos ante la oferta que había planteado el extraño.
La chica me miró preguntando qué hacer. Me encogí de hombros
“A mi parecer tu mejor opción es acompañarlo”, dije. “Es un ser clase 1. Probablemente, habría acabado con ambos de haberlo querido, sus experiencias en batallas son insuperables”, expliqué.
“Jamás he escuchado de alguien que haya salido victorioso en un enfrentamiento con un clase 1”, agregué
“Y aun así, te lanzaste contra mí, para darle tiempo a ella de escaparse”
Ambos nos miramos por un instante, perplejos ante lo último que había pronunciado el extraño. Por mi parte, al sospechar que de alguna manera había leído mi mente y descubierto mi plan. Y ella, puesto que no sabía que yo arremetía contra él, aun sin tener ninguna oportunidad de vencerlo.
“No te menosprecies,” dijo amablemente, “estoy seguro que entre ambos habrían encontrado la forma de vencerme”. Definitivamente estaba leyendo mi mente y para colmo, estaba siendo condescendiente con ambos.
“Me cae bien este tipo”, dije repentinamente, riendo por lo bajo, “sigo pensando que es tu mejor opción”, reiteré encogiéndome de hombros nuevamente
Ella asintió de mala gana. Sin embargo, sujete su brazo antes de que se marcharan
“Mi nombre es Gabriel ¿puedes decirme el tuyo?”, pregunté
“Cinthia”, su nombre flotó en el aire y en un parpadear, sus figuras desaparecieron de mi vista.
<p>
<center>https://i.imgur.com/JromQXz.png</center>
<p>
Gracias por visitar ^_^
<hr>
<br>
<center>https://i.imgur.com/Twwsifw.png</center>
<br>
There we both were, in a tiny, dirty bathroom. Even though it was a cold moonlit night, large beads of sweat were running down my temples. The beam of light from my gun painted a small green dot on her head that kept shaking and my index finger hesitated on the trigger. She, crouched behind the toilet, raised her skinny arms, making her look even more vulnerable than she appeared. Her matted hair barely let her childish face show, yet they didn't hide her dirty cheeks soaked with big tears and the gleam of anguish in her big eyes that didn't lose sight of my every move. In my mind, the human part of me kept wondering *How the hell was I supposed to end her life?
You may think I'm an assassin, wearing military assault gear, armed to the teeth, I may look like one but I'm really not, well not in the practical sense of the word.
Equipped with firearms with expansive and corrosive bullets, so destructive they could dissolve a block wall; a riot shield, explosive titanium stakes, and short-range grenades; anyone would think I was a soldier about to leave for war.
It was inevitable to end up like this. On my shoulders weighs a long lineage of vampire slayers, so long that it dates back more than 400 years of famous bloodsucker fighter characters. My grandfather, my father, my brothers, and even my sister were already part of the great legendary caste of vampire hunters. An underground faction that fought in the shadows against the horde of vampires that threatened the society we lived in.
Unlike all of them, I have never been in favor of killing a living creature, it's not in my being, and to top it all off, I don't even eat meat. I'm sure you're wondering: What am I worried about? Vampires are not living creatures, they are bloodthirsty and merciless creatures, whose only goal is to satiate their appetite with the blood of their victims. Or so I thought.
Despite having trained for 3 years in the art of killing vampires at the illustrious vampire-slaying academy and knowing all the humanly possible ways to exterminate these monsters, my legs wavered with every step I took.
At first, I thought it wouldn't be too difficult to exterminate a terrifying creature, full of menacing fangs, eager to sink into my throat, and who definitely wouldn't hesitate to tear me to pieces the first chance they got.
But this, unexpectedly, is not what I expected.
My visor, insistently, kept telling me that in front of me was a neophyte, possibly less than 6 months old. That made her an even more dangerous creature. Their lust for blood compels them to throw themselves against their prey without mercy, their superhuman strength could tear a man in half if they so desired.
My mind is still bent on reciting the theoretical knowledge learned at the academy.
I don't know how much time had passed standing in front of her. It is impossible for me to think that this little girl was a murderous monster. But if she was - I wondered - why was she crying? was she capable of having feelings? and if so, did she have a conscience?
"Get it over with once and for all," a cracked voice came from what I understood so far to be a shadowy, sinister creature.
Intrigued, I turned off the alarm on my visor and removed it from my face. I was able to observe more closely that her features were even more subtle than I had thought.
"I never chose to be what I am," the girl added grimly.
"To all of you we are scum and to the ancients, we only serve their purposes of gaining ground," she spat contemptuously, scrunching her moistened cheeks.
Was it possible that everything we learned at the academy was wrong? She was a neophyte and yet she retained her personality and apparently her conscience, otherwise, by now, I would have been her dinner.
Was she a special and unique case? Or were they all actually retaining part of their personality from their previous life? Perhaps with the passing of time, they forgot their old lives and immortality erased their memories.
My mind kept wondering about their unusual behavior. I motioned with my hands to carefully stow my weapon and sat down on the ground, two meters away from her.
"Do you want me to tell you a secret?", I asked, forgetting for a moment all my training.
She looked at me suspiciously.
"Neither did I wish to hunt v...", I paused and rolled my eyes, for some reason I didn't want to offend the girl, "creatures like you", I shrugged and continued to explain to her, "I'm just a guy who all I' ve ever wanted to be in my life is to be a famous YouTube personality, or what many people know as a Youtuber."
"A Youtuber!", I chuckled at the nonsense I had just said.
"Can you imagine?", I insisted, not knowing if she had any idea what I was talking about.
"Unfortunately, as you may know, there are many things about my extracurricular activities," I told her pointing to my attire, "my surroundings and my family that I can't make public. For obvious reasons, which at the time, I had no idea."
"Like you, I also had no choice," I explained, giving her to understand that I knew her situation perfectly well or so I thought.
She sat unconcerned for the moment, pushed her hair back with both hands, and blurted out angrily "Do you think you understand how I feel?"
"You can choose to be who you want to be at any time," she expressed annoyed.
She turned her eyes back on me
"I cannot change who I am, it is inevitable to give in to the killer instincts intrinsic to the new being that I am, to the hunger that is never satiated, to the cravings that claw at my insides and curse my existence."
She closed her eyes, as she threw her head back and clenched her fists.
"I'm sorry," I said sincerely.
"I admit it was foolish to compare your life to mine.....I had never considered putting myself in the shoes of a..." I paused and she completed the sentence without opening her eyes "vampire?".
"Yes," I nodded, "I always thought they were inhuman monsters."
"It's what they teach us at the academy, you know?" I defended myself.
She pursed her lips and nodded.
"Do you remember how you turned?"
She shook her head slightly. In the dim light that managed to filter through the bathroom window, her complexion looked gaunt, anorexic, weak.
Then I decided to do something no slayer would ever do in their entire life. The rules no longer applied anyway.
We usually carry in our backpacks, in addition to ammunition and food, a medical kit to temporarily heal wounds. In it, there is a bag of plasma and a bag of type O blood, a universal blood type for extreme cases.
I threw it to her and she quickly took it. She swallowed saliva and stared at the red contents that rippled lazily in her hands.
It was obvious that she was not a normal vampire, anyone else would have torn the bag apart in seconds, yet she still didn't open it, fighting her thirst.
"Drink it," I suggested, "I assure you, you will not have harmed any human being by doing so," I smiled heartily at her.
For an instant, I had forgotten my entire team and where I was at that moment. My communicator came to life and we both heard.
"Rookie, the upper floors have been swept, meet us at the extraction point."
The girl flinched at my superior's words but was reassured to see that I simply turned off my communicator and ignored the orders. *Terrible mistake*
"You'd better drink it, in your state you're not strong enough to escape," I insisted again.
The girl hesitated for a moment, but after my warning and the possibility that my companions might appear at any moment, she decided to sink her teeth into the bag. The thick liquid disappeared in seconds. Her body shivered at the cold temperature of the blood.
An expression of relief relaxed her furrowed brow. Color returned to her cheeks and a tender smile painted her lips.
Suddenly her expression changed, her eyes turned redder, and looked at me in a menacing manner. A shiver ran down my spine. For a moment I thought I had made a big mistake.
My hands wanted to reach for my gun, but I knew I wouldn't be fast enough to grab it and open fire. It would probably all be over in a couple of seconds.
I stood petrified waiting for the worst, but nothing happened.
"My suspicions, finally, have been confirmed. I see you are different," stated an unfamiliar voice coming from outside. Despite sounding non-threatening, my new friend looked reluctant and her terrified expression did not change.
My visor emitted a new alert that painted the small screen red. A class 1 vampire had appeared. It wasn't common for them to roam these parts, what the hell was it doing here?
I was definitely completely sure I wasn't up to the task of defeating a class 1, however, I grabbed both my weapons and exited the small bathroom opening fire in all directions. For some reason, I felt the impetus to protect this unusual girl. Bursts of light from the detonations bathed the room. My 34 bullets slipped away in seconds emptying my guns and shattering everything around them. Amazingly not a single shot hit the target and suddenly I had a class 1 specimen in front of me.
Bits of debris and clouds of dust covered my vision; the moonbeams filtering into the room made the ivory color of his skin glow in front of my eyes. His grayish face was neither hideous nor frightening, contrary to what I had learned in class, he was good-looking with a European air and expressed no resentment towards me; his eyes, unlike those of a neophyte, were light brown.
Suddenly, he grabbed me by the neck and threw me over his shoulders, as if my body were an insignificant piece of paper, I thought he would break my neck when I fell off guard, but fortunately, I landed on cold, marble-hard arms.
To my surprise, the girl had cushioned my fall, preventing me from crashing to the floor. Immediately, she interposed herself between the intruder and me. Her sharp fangs threatened the stranger who watched us in wonder at the neophyte's defensive behavior.
"You have nothing to worry about," the stranger explained towards her. "We are a group of immortals, who like you, do not feed on humans. We value all life."
Even with all my training and weaponry, I felt like a diminutive being before the pair of titans in front of me. Suddenly, the girl didn't look as innocent as she had a moment ago.
"We can help you if you come with me. But you must hurry in making your decision, their friends," he pointed with his eyes to where I stood, "have heard the detonations and will soon be here."
We were both speechless at the offer the stranger had made.
The girl looked at me asking what to do. I shrugged
"It seems your best option is to go with him," I said. "He's a class 1 being. He probably would have taken them both of us out if he wanted to, his battle experiences are unbeatable," I explained.
"I've never heard of anyone coming out on top in a confrontation with a Class 1," I added.
"And yet, you threw yourself at me, to give her time to get away."
We both looked at each other for a moment, perplexed at the last thing the stranger had uttered. On my part, as I suspected that he had somehow read my mind and discovered my plan. And she, since she didn't know that I was lashing out at him, even without having any chance of beating him.
"Don't put yourself down," he said kindly, "I'm sure between the two of you, you would have found a way to beat me." He was definitely reading my mind and to top it off, he was patronizing both of us.
"I like this guy," I said suddenly, chuckling, "I still think he's your best option," I reiterated with another shrug.
She nodded reluctantly. However, I held her arm before they left.
"My name is Gabriel. May I know yours?", I asked.
"Cynthia", her name floated in the air, and in the blink of an eye, their figures disappeared from my sight.
<p>
<center>https://i.imgur.com/JromQXz.png</center>
<p>
Thanks for coming by ^_^
</div>