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##### El campeonato de fútbol brasilero nos regaló un gol olímpico de *tres dedos*.
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[Carvalho da Silva patea el tiro de esquina directo al arco](https://www.ole.com.ar/futbol-internacional/gol-olimpico-dedos-corinthians_0_gEC51FOxU.html)

Era la última jugada del partido en el que el humilde Ceará iba perdiendo por 2 a 1 frente al poderoso Corinthians. Se trataba de un tiro de esquina y Leandro Carvalho da Silva era el encargado de ejecutarlo. Tanto sus compañeros como los rivales esperaban el centro en el área. Pero el jugador del Ceará tuvo una idea. Tal como lo relató después, había observado que en tiros de esquina anteriores el arquero Cássio se despegaba acaso demasiado del arco para alcanzar a descolgar el centro, de manera que en lugar de tirar el centro decidió pegarle al arco. 

Y allí nació un gol olímpico extraordinario. Y es que a la sabida dificultad de hacer un gol olímpico, dadas por la gran distancia y el escaso o nulo ángulo, en este caso se sumaba que el jugador es diestro y el tiro de esquina lo ejecutaba desde el lado izquierdo del arquero, es decir que para que la pelota hiciera la curva deseada debía pegarle con la cara externa de su pie derecho, lo que en la jerga futbolística se conoce como *tres dedos*. 

Pero además de todo eso, se trataba de la última jugada de un partido que el equipo de Carvalho da Silva perdía por un gol. Hay que ver la cantidad de virtudes de las que se debió valer ese jugador para su conquista: temple, inteligencia, intuición, fuerza, precisión...

## La física del gol olímpico
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El año pasado, en el contexto del mundial de fútbol diputado en Rusia, publiqué un extenso artículo titulado [La física del gol](https://steemit.com/cervantes/@reyvaj/la-fisica-del-gol) en el que analizaba con cierto detalle las nociones físicas que intervienen en diferentes ejecuciones. Entre ellas analizaba la comba o curva que busca el ejecutor de un tiro libre para que la pelota supere la barrera y alcance el arco con cierta velocidad. Hablaba allí del *efecto Bernoulli* y el *efecto Magnus*.

El gol olímpico, aunque no haya una barrera humana interponiéndose entre el pateador y el arco, se encuadra dentro de este tipo de ejecuciones debido a que la falta de ángulo del tiro obliga a pegarle de manera tal que la pelota haga una trayectoria curva. Para ello deberá recurrir al **efecto Magnus**, es decir, tendrá que impulsar la pelota de manera tal que al movimiento de traslación se le sume un movimiento de rotación cuyo eje de giro, en este caso, debe ser perpendicular al piso. 

Como el tiro ejecutado por Carvalho da Silva venía desde la izquierda del arquero, la pelota debía abrirse primero hacia la izquierda del ejecutor para luego cerrarse hacia la derecha. Esto implica que Carvalho da Silva tuvo que impulsar la pelota con un cierto ángulo inicial hacia la izquierda respecto de la línea de fondo y además sumarle a la pelota un movimiento de rotación tal que el sentido de giro del lado izquierdo coincidiera con el de traslación. Entonces en el lado izquierdo de la pelota el aire perderá velocidad (mayor presión) y en el derecho aumentará (menor presión), resultando un empuje hacia la derecha (de la zona de mayor presión a la de menor presión).

Y como el jugador es diestro, tuvo que pegarle con la cara externa de su pie, lo que lleva a que la superficie de impacto sea menor (*tres dedos*) que la que se tendría impactando con la cara interna del pie. Una menor superficie de impacto ayuda a que la pelota salga impulsada con algo más de velocidad, es decir, se gana algo de potencia, pero a su vez exige de mucha mayor precisión en el impacto para que la dirección de la pelota sea la deseada. 


#### A los interesados en profundizar en estos conceptos físicos aplicados al fútbol los invito a leer: [La física del gol](https://steemit.com/cervantes/@reyvaj/la-fisica-del-gol)

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Fuente: [Olé](https://www.ole.com.ar/futbol-internacional/gol-olimpico-dedos-corinthians_0_gEC51FOxU.html)

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