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![Carmela.jpg](https://cdn.steemitimages.com/DQmRV4xJtPyX84dtgNdyLxLtHWLp6kM8Zsgr2hAhpH9BJDw/Carmela.jpg)

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Camino a la casa de mi madre, la vi, era una muñeca nueva todavía en el empaque, la caja presentaba algunos daños en la impresión y una pequeña mancha de humedad apenas si le quitaba color a la marca, pero ahí estaba sentadita con una sonrisa plástica que mas bien parecía una mueca.

Como me recordaba a Carmela, le dije a mi madre, aquella vecinita de cuando tenía yo seis años, era realmente caprichosa, hija única de los dueños de la casa que rentábamos, se creía la única estrella del cielo y nos trataba a todos los niños como si fuéramos sus empleados, te acuerdas, le dije a mi madre, si hijo, pero cuéntamelo de nuevo, está bien, comenté mientras me acercaba una almohada el sillón para estar mas cómodo.

Esa tarde de marzo era el cumpleaños de Carmela, ella no tenía ninguna amiga en el colegio privado al que asistía, por algo debía ser, pues decidió invitar a la plebe; los arreglos adornaban todo el patio con globos y guirnaldas de colores, habían invitado a un payaso según la invitación, mi madre no me había dejado ir porque yo no tenía zapatos decentes, ni ropa de fiesta según mi madre, la niña impaciente regañaba a los mozos que su madre había contratado para que nada faltara, yo veía todo desde una pequeña rendija, sabiendo que no asistiría a esa fiesta.

Eran la cinco de la tarde y nadie había acudido, solo había estado llegando unos pequeños regalos que Carmela empezó a acomodar a forma de pirámide, de parte de Daniél, de parte de Lázaro, de parte de María etc. Que extraño que todos sean mas o menos del mismo tamaño decía la madre de Carmela.

Al fin dieron las seis y llegó el payaso, una hora mas tarde ya se debía ir y aún no había llegado ningún invitado de no ser por la prima de Carmela, Margarita que no dejaba de leer el libro que llevaba. Fue entonces que cuando Carmela desesperada le dijo a su madre, "bueno si nadie quiere venir, que se lo pierdan, que empiece la fiesta, para entonces el payaso ya se había ido.

-Bueno hija al menos te enviaron los regalos-le dijo su madre.

La "cumpleañera" se sentó en una silla especial que habían traído para aquella ocasión y su madre le puso una tiara sobre el cabello, al abrir el primer regalo se quedó inmóvil por un minuto, se trataba de un chupón para bebe, de esos que vienen rellenos de miel, generalmente desechables, sin mas lo arrojó contra las flores y se dispuso a abrir el segundo regalo, este también era un chupón para bebe, y el tercer regalo también, todos ellos eran chupones, la niña hizo una rabieta del tamaño de la piñata que yacía olvidada sobre el suelo, su prima se acercó a ella y la abrazó para consolarla, mientras le pegaba un chicle en su rubio cabello perfectamente peinado, pues a ella la habían llevado a la fuerza a esa fiesta.

La madre de Carmela se acercó al pequeño cuarto que nos rentaban para llevarnos un pedazo de pastel, ella lo agradeció pero lo puso arriba del refrigerador donde quedó olvidado, mi madre era especialista en alta repostería y ya había preparado un pastel para nosotros, que sinceramente era mucho mejor.

Sabía que te acordarías me dijo mi madre, vamos al mercado a comprar esa muñeca para enseñarsela a tu hermana. Nos dirigimos al mercado con esa intención, pero la muñeca ya había sido vendida.

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La imagen y la historia son de mi propia autoría.


@saulos</center>