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<p>De cómo hablaba mi mamá.</p>
<p>Mamá Cecilia nació en 1920, y era oriunda de un pueblito llanero, llamado Las Mercedes del Llano, al que le cambiaron esa mención hace poco, por antojos y caprichos gubernamentales, pero siempre es y será Las Mercedes del Llano.</p>
<p>Lo cierto es que mamá Cecilia nunca asistió a una escuela en calidad de alumna e, incluso, cuando hubo el operativo de enseñar a leer "Acude, te estamos esperando" para alfabetizar a la tercera edad, mi hermana Carmen la trató de instruir cada día con clases vespertinas, pero Carmen tuvo que dejar su empeño cuando mamá le dijo una tarde:</p>
<p>.- No,&nbsp;<strong><em>mijita,</em></strong>&nbsp;olvida esas clases, y mejor ponme ese&nbsp;<strong><em>donpley</em></strong>&nbsp;de "El Carrao de Palmarito".</p>
<p>Ahí y entonces acabó la tentativa a su enseñanza.</p>
<p>Ese nivel que tenía mamá, también influyó en mi manera de hablar pues era la&nbsp;<strong><em>maestra</em></strong>&nbsp;que teníamos en casa, y recuerdo que en segundo año de bachillerato, a mi profesora de historia universal, Zenaír Brito, le encantaba ese acentico criollo y veguero que me oía en clase, que si&nbsp;<strong><em>endenantico</em></strong>, u otra palabra mal empleada.</p>
<p>Con el tiempo y el estudio, fui corrigiendo mi forma de hablar, hasta el punto de laborar como profesor por horas en el liceo Rafael Cabrera Malo, en 1977 en castellano y literatura.</p>
<p>Pero mi mamá siguió hablando "a lo criollo", y entre tantas palabras que tenía, recuerdo:</p>
<p>.- Cómpito.</p>
<p>Equivalía a "cómplice", y nadie se atrevía a corregirla ni a criticarla, mucho menos a burlarse, porque tenía un "chuche" de 3 lianas, que atemorizaba a cualquiera.</p>
<p>.- Basié.</p>
<p>Esta palabra es el resumen de 3, a saber:&nbsp;<strong><em>Bah, así es.</em></strong>&nbsp;Era una frase que denotaba inconformidad.</p>
<p>.- Busla.</p>
<p>Esto sí que era travieso. La misma burla convertida en&nbsp;<strong><em>busla</em></strong>.</p>
<p>.- Gómito.</p>
<p>Era vómito, que de más o menos escribir, de seguro no le habría colocado tilde.</p>
<p>.- No te furfures tanto.</p>
<p>Era con cada una de las hijas a quienes les decía: No te sulfures.</p>
<p>.- Esoyamao.</p>
<p>No sé de dónde surge esta palabra muy usada por los llaneros, pero se refiere a cuando algo está pelado, sin piel ni pelos.</p>
<p>Y cuando simulaba hablar en inglés, decía:</p>
<p>.- Gua chi si?, Gur mona. Tisisa nobu.</p>
<p>¡Qué comicidad con mamá Cecilia!</p>
<p>Pudiera elaborar una publicación de cuartillas y más cuartillas, pero nunca me agrada extralimitarme en los posts.</p>
<p>Dios les bendiga, y le agradezco por las buenas y divertidas experiencias que viví con mi madre, con la que siempre me gustaba hablar para disfrutar de tantas ocurrencias.</p>
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De izquierda a derecha, en gráfica del álbum familiar:
papá Juan Antonio, la vecina doña Eleuterina, y mamá Cecilia, todos hoy fallecidos.