<center>![](https://cdn.steemitimages.com/DQmfJwhyGZMv6mkybugySsGbNnPzQQ6LD8PKauvewMMq96q/blob) </center>  
[FUENTE](https://steemitimages.com/640x0/https://cdn.steemitimages.com/DQmUCxp5TDheckufsFduTb8uqLRC6F8Qc5WFjiT13PRJNXb/escribeenversos_recital%20copia.jpg)
<center> *Esta es  mi participación al concurso convocado por @elarca*</center> 

Un disparo sonó en el callejón que comunicaba San Antonio con La Cochinera en Catia, Caracas, Venezuela.  Una banda de diez chiquillos, el mayor de los cuales contaría a lo sumo con unos quince años, gritaron de común acuerdo:

-¡Pronto vendremos por ti, Papagayo!

Y arrancaron en carrera, aún la escopeta humeando en la mano de uno de ellos.
 
Eslín los vió irse y bajó corriendo las escaleras hacia la casa de Papagayo.  Tocó apresurada la puerta. Esto hizo que cesaran las risas dentro.  Luego, cuando el repentinamente oscurecido “ojo mágico “ fue señal de que la miraban desde dentro, la puerta se abrió y apareció en el umbral Cachete’e bola quien la miró con displicencia y algo de desdén.

-	¿Qué quieres, Eslín?

-	¿Está Papagayo?

-	¿Más o menos como para qué?

-	¡Déjala pasar, Cachete’e bola! – Increpó una voz gangosa desde dentro.

Cachete’e bola se apartó un poco a regañadientes y Eslín pasó. Vio a Papagayo sentado a la mesa, sostenía un vaso de vidrio transparente decorado con círculos rojos.  Frente a él una botella de a litro de Ron Pampero. 

-	¿Qué pasa?
-	¿No escuchaste?
-	¿El tiro de escopeta? Sí ¿Qué tiene de raro?
-Fueron los chamos de La Cochinera, llegaron hasta el callejón, dispararon al aire y gritaron que vienen por ti.
- Ellos viven en eso, no te preocupes.
- Pero tienen qué hacer algo ustedes.
- Chama, ahorita estamos solos Cachete’e bola y yo. Los demás se fueron para la playa. Y acá tenemos una sola pistola ¿Qué podemos hacer?
- ¡Por eso estamos como estamos, tremenda banda tienes tú, no sabes ni ser malandro! ¿Cómo vas a tener una sola pistola? ¡Qué marginalidad!
Papagayo se rió y luego con tono de burla y atildando la voz dijo suavemente:
-	Perkins, acompaña a la dama a la puerta que ya se retira.
-	¡No necesito que me acompañen!

Eslín salió furiosa. Se fue a su casa. Por el camino se encontró a la gorda Maura. 

-	¿Qué hay?
-	-Acá. Vengo de casa de Papagayo. Los desgraciados esos solo tienen una pistola.
-	Si caemos en manos de los de La Cochinera estamos fritos. Esos chamitos son sanguinarios. Si el Negrito Antonio no estuviera preso otro gallo cantaría.

Se separaron. Cada una se fue a su casa.  

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[FUENTE](https://mw2.google.com/mw-panoramio/photos/medium/551237.jpg)
Mientras, en casa de Papagayo, este y Cachete’e bola preparaban el esquema de entrega de *nieve* del día.

-	Mira, Cangrejo y Julián regresarán mañana de Higuerote, pero el resto se quedan allá hasta el lunes, así que hoy tendrás qué cumplir tu recorrido y el del Loro.
-	‘Nas noches.
-	No te quejes, vas a tener más plata esta semana. Acá tienes lo del Loro para hoy. Tienes qué ser super puntual con el actorcito este de acá, el que está marcado con el asterisco. Y a estos dos les tienes qué caer a final de la tarde. Arranca, pues, no te quiero ver antes de mañana.

Cachete’e bola salió de la casa.  Vio a tres muchachos algo sucios recostados del poste en la esquina, con la mirada perdida.

-	Papagayo, ahí están dos conejos, dame unas cuantas piedras que estos vienen a eso.

-	A ver… ah, sí, lleva estas dos para el de la gorra. El otro solo compra una. Y diles que el taller estará cerrado hasta mañana, yo me voy a dormir un rato.
<center> ![](https://cdn.steemitimages.com/DQmXGdi4GYma3FtK2x9S27CTmrqtLVLXmha7FPbE19ZvyX8/blob)</center> 
[FUENTE](https://www.google.co.ve/url?sa=i&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwi0rPHW59HfAhWQtVkKHY4gDEAQjRx6BAgBEAU&url=%2Furl%3Fsa%3Di%26source%3Dimages%26cd%3D%26ved%3D%26url%3Dhttp%253A%252F%252Fcubasi.cu%252Fcubasi-noticias-cuba-mundo-ultima-hora%252Fitem%252F77473-nina-de-seis-anos-halla-cocaina-en-mochila-de-companero-de-escuela%26psig%3DAOvVaw0IDP3BjG72LzTcfXVJ2YKl%26ust%3D1546611687691599&psig=AOvVaw0IDP3BjG72LzTcfXVJ2YKl&ust=1546611687691599)
Cachete’e bola había entregado ya la *nieve* a siete clientes, le faltaba completar el recorrido con solo tres más.

Al otro extremo de la ciudad, Apolo sentía en sí ya los síntomas de abstinencia de la nieve que esperaba. Tenía ya tres días que no se inyectaba y se sentía deprimido, aletargado e irritable. Tenía dos noches sin dormir y una fastidiosa náusea le había estado molestando desde la noche anterior.

Descorrió la cortina por enésima vez avistando la calle cercana, cerca del poste de alumbrado, esperando ver el discreto Volkswagen gris que le traería una buena provisión de coca.  Pero nada. Esta vez Cachete’e bola no había sido puntual y esto lo mantenía al borde del colapso.

Cachete’e bola en ese momento se encontraba metido en una cola producida por un choque.  No podía avanzar ni retroceder y ya había cesado el sonido repetitivo e inútil de las cornetas, claxons o bocinas de los autos conducidos por impacientes conductores.  Sabían que,excepto fastidiarse unos a otros con el ruido, nada lograrían hasta que llegara la Inspectoría y la grúa despejara el sitio llevándose los autos impactados.  El Volkswagen que conducía Cachete’e bola quedó justo frente a una reducida bocacalle donde unos hombres de flux y corbata acompañados por damitas de faldas hasta los tobillos se afanaban conectando cables y colocando cornetas.  Les miró con curiosidad. La mayoría llevaban en las manos unos libros de tapas negras y varias adolescentes tenían en sus manos unos instrumentos de percusión circulares y livianos. Los había visto en manos de gitanas en algunas películas

Miró su reloj, le dio fastidio darse cuenta que ya no llegaría a tiempo e imaginó el infierno que estaría viviendo Apolo y que duraría hasta que él llegara con la nieve.´La gente de las cornetas comenzó a hablar y cantar y Cachete'e bola, encerrado en su volkswagen no tuvo más remedio que escuchar todo lo que decían.

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[FUENTE](http://jehovashammah.org/wp-content/uploads/2017/06/Culto-al-aire-libre-que-se-realizan-todos-los-s%C3%A1bados-11.jpg)

Media hora después, era otro el Cachete’e bola que, de rodillas en el asfalto sentía correr lágrimas por sus mejillas, como un niño. Uno de esos caballeros enfluxados sostenía una mano sobre su cabeza, la otra alzada al cielo mientras oraba al Creador que lavara los culpas de este pecador arrepentido que se comprometía a dedicar su vida al bien así como antes la había dedicado al mal.

Lejos, Apolo, derrumbado en la cama, sufría el malestar físico y síquico que le producía la espera de <b>    la *nieve* </b>    que (Al menos de la mano de Cachete’e bola) <b>nunca llegó.</b>    

<H1> Si deseas participar en este concurso, haz click [aquí](https://countingdownto.com/?c=2352682) para saber si aún tienes tiempo de hacerlo y [acá]( https://steemit.com/escribeenversos/@elarca/escribe-en-versos-or-concurso-de-escritura-de-fin-de-ano-la-nieve-nunca-llego)para conocer sus bases   </H1>