Excelente artículo mi estimado amigo Pablo!! 
En la misma medida que yo me acepto a mí mismo aceptaré a otras personas, ya sea amigos, pareja, familiares.
Porque cuando yo descubro la perfección que obra el amor dentro de mí, también veo la perfección en otras personas y en todo mi entorno.
Toda mi actitud para conmigo mismo se proyecta a otros, si yo me desprecio a mi mismo, proyectaré ese desprecio hacia otros. Si yo me trato mal a mí mismo maltrataré a otras personas.
Pero si yo me amo, me perdono, me valoro, me respeto a mí mismo, también amaré, perdonaré, valoraré y respetaré a otras personas.
La familia es un círculo de personas muy especial porque se aceptan, se aman y se respetan a pesar de que puedan existir diferencias abismales entre la manera de ser, de pensar, sentir y actuar entre unos y otros.
Y esa aceptación  en la familia está dada por el Amor, el amor es una fuerza que une y a la vez diferencia a las personas en su particular originalidad. 
Cuando hay amor se prefiere "tener amor sin razón antes que tener razón sin amor", el amor une, el intelecto frío y oscuro cuando no está iluminado ni entibiado por la luz y el calor del amor lo que hace es separar a las personas, las divide por sus "ideas" o "razones".
El amor al contrario posee una magia que es capaz de conciliar dos "razones" diferentes en una sola unidad, como dos ampolletas de una misma lámpara, como dos rejillas de una misma estufa, la magia del amor puede conciliar un 2+2=4 con una 2+2= 5 en una misma verdad, porque la verdad ultima no es el resultado de las sumas, la verdad es el amor, y en ambas sumas hay amor porque en ambos casos se sumo con amor.
Un fuertee abrazo!!!